Reiki

¿QUÉ ES?

La práctica del REIKI lleva empleándose desde tiempos remotos, sin embargo sabemos más de su historia a partir del año 1870 en Kioto (Japón) de la mano de un monje cristiano japonés de nombre Mikao Usui. Es una técnica de origen oriental que posteriormente llegó a Occidente donde desde el año 1995 REIKI ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una terapia complementaria de sanación natural.

Un resumen breve, conciso y claro es decir que REIKI es una palabra japonesa que significa energía vital universal.

REI significa universal y hace referencia a la parte espiritual, la esencia energética.
KI es la energía de la fuerza vital individual que rodea nuestros cuerpos, nos mantiene vivos. Si la energía Ki saliera del cuerpo, éste dejaría de tener vida.
El Reiki es un método seguro y no invasivo que posibilita el encuentro entre esas dos energías, la universal con la nuestra propia. Esta energía es inofensiva y no tiene efectos secundarios por lo que puede utilizarse en pacientes de cualquier edad desde bebés hasta ancianos.

TODO es ENERGÍA. El universo es energía y es precisamente esta energía la que ha dado origen a lo que éste contiene. Allá donde vayamos se habla de energía vital, en yoga se le conoce como prana, en la medicina india Ayurveda, en el taoísmo (medicina tradicional china) recibe el nombre de Chi o Qi, Ki en japón… Estos son algunos ejemplos que nos muestran que sea cual fuere el nombre con el que se la conozca, la energía es la misma, pues energía sólo hay una y ésta es la UNIVERSAL.

En una persona sana, la circula libremente a través de nuestro cuerpo físico, fluyendo por “caminos”: chakras, meridianos energéticos y nadis. El cuerpo se dice que enferma cuando esa circulación de energía mucho tiempo en desequilibrio. Los excesos físicos, emocionales, mentales y espirituales, liberan energías y esas liberaciones generan “nudos energéticos” que interrumpen o impiden el flujo normal de la energía vital. La energía no es ni mala ni buena, tan solo hay que redirigirla o activarla. El REIKI nos ayuda a restablecer ese equilibrio y tratar esos bloqueos que actúan como barreras para nuestro flujo normal de energía vital. Cambiando nuestro estilo de vida, nuestra forma de pensar y con una actitud positiva ante la vida liberamos tensiones alcanzando la relajación tanto física como emocional.

Actúa tanto a nivel físico como mental, emocional o espiritual favoreciendo la autocuración. Proporciona el equilibrio necesario entre mente y cuerpo equilibrando los centros energéticos.

El estrés es algo inherente a la vida y que resulta difícil de evitar sin embargo con una sesión de Reiki puede darle un respiro a la mente para su descanso merecido y concederle al cuerpo sosiego para alcanzar una relajación profunda. De esta manera puedes encontrar la calma y la paz interior, aportándote energía para continuar con tu día a día.

¿PARA QUÉ SIRVE?

Reduce el estrés y la ansiedad
Favorece los estados físico, mental, emocional y espiritual
Estimula el sistema inmunológico.
Ayuda en trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia
Refuerza la habilidad natural del organismo para auto-sanarse
Mejora el funcionamiento fisiológico de órganos y células
Estimula la concentración en los estudios y en el trabajo
Aumenta la claridad mental, la imaginación y la creatividad
Refuerza la confianza en uno mismo aumentando la autoestima
Potencia y armoniza la energía vital
Equilibra los centros energéticos (chakras)
Alivia dolores de cabeza, menstruación, catarros, estreñimiento…
Proporciona un estado de bienestar y relajación profunda
Ayuda en procesos de desintoxicación adictiva (drogas, alcohol…)
Libera los bloqueos energéticos y emociones reprimidas favoreciendo la recuperación emocional
Reduce el dolor físico y acelera los procesos de cicatrización del cuerpo

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